(Ismael Medina, creativo)
La mente creativa es una mente inquieta que no deja de usar los recursos de los que dispone, experiencias y conocimientos, para crear nuevas experiencias con un fin. Esto es la creatividad, disponer de recursos y tomar decisiones para llegar a una meta concreta, pero, no obstante, no todas las personas tenemos el mismo conocimiento ni los mismos recursos para poder expresarnos, de hecho, también necesitamos un orden, una estructura y una jerarquía ya que, de lo contrario, no hablarías de creatividad, si no de pensamientos caóticos e inconexos, es aquí donde entran en juego las herramientas.
Las herramientas como Inventa tienen la finalidad de fomentar y democratizar la creatividad, ya que todas las personas disponemos de habilidades diferentes, pero todas tenemos la necesidad de expresarnos y contar una historia, ya sea personal o a modo de alegoría. Para ello, disponemos de los recursos que usualmente no están a nuestro alcance: imágenes para los que no sabemos ilustrar, maravillosos textos para los que carecemos de experiencia literaria, o un lugar donde poder compartir recursos para que otras personas puedan usar.
Una vez tenemos el material, necesitamos un orden, unas pequeñas guías que nos ayuden a focalizar nuestro camino, ya que, del mismo modo que nos cuesta decidir cuando vemos una carta de ochenta platos en un restaurante, es contraproducente simplemente usar todo el material del que disponemos. No, primero, necesitamos saber a quien va dirigido, necesitamos resumir qué queremos contar para después saber qué necesitamos usar y cómo los vamos a contar. Este es otro recurso, el arte de que las personas sepan donde están, qué hacer, y cómo pueden hacerlo, el arte de guiarnos mediante una interfaz ordenada e intuitiva.
En conclusión, todos somos creativos, todos necesitamos expresarnos y todos tenemos habilidades que queremos compartir con el mundo, pero cuando estas no son suficientes para llegar a las personas, Inventa nos impulsa, y nos permite llegar a nuestra meta.